
- Aventura y Montaña
- 1 comentario
Es una pregunta recurrente entre esquiadores y snowboarders: si no puedo ir a pistas, ¿cómo hago para estar en forma y preparado para el día que por fin voy a la nieve? La respuesta dependerá del nivel de cada aficionado. Lógicamente la exigencia será altísima para aquellos que compitan. Pero si ‘solo’ eres un buen aficionado, que lo que busca es estar en una forma suficiente para que el día que subas a pistas puedas disfrutar, estos consejos básicos te pueden ayudar.
- Fondo. Lo fundamental es estar en forma para tener una base física suficiente para estar en condiciones óptimas para disfrutar de la nieve. Es decir: nada de vida sedentaria. Hay que hacer deporte a menudo, al menos tres veces por semana. Tanto el esquí como el snowboard exigen un desgaste y, si solo haces deporte los días que subes a pistas, el riesgo de lesión aumentará. Intenta ser imaginativo: no te estamos diciendo que tengas que torturarte. Si correr en soledad no te gusta, puedes jugar pachangas de fútbol o baloncesto con los amigos. Y, si el impacto machaca tus articulaciones, puedes probar con la natación o el ciclismo. O simplemente caminar. Se trata de incorporar el deporte a tu vida. Una vez que lo hayas conseguido, será muy difícil que lo dejes. Lo necesitarás.
- Fuerza. Has conseguido salir a correr varias veces por semana. O le das caña a la bicicleta. Y quieres dar un paso más. ¿Por qué no pruebas con el gimnasio? Puedes ganar fuerza, que luego te vendrá muy bien tanto para tu deporte de base (atletismo, ciclismo, fútbol…) como para el esquí o el snowboard. Puedes, por ejemplo, reforzar la musculatura en torno a la rodilla, que tanto sufre en la nieve. Déjate asesorar: cuéntale a los monitores de tu gimnasio de confianza qué es lo que buscas y déjales que te planifiquen la temporada y te enseñen a utilizar bien las máquinas. Evitarás lesiones y sacarán lo mejor de ti.
- Elasticidad. Ya tienes fondo y fuerza. ¿Qué mas puedes exigirte? ¡Elasticidad! No lo olvides: estira. Se trata de ser constante y no pasarse. Si lo incluyes en tu rutina, verás que poco a poco ganas elasticidad. ¿Y si eres de aquellos a los que le cuesta? ¿Por qué no pruebas con pilates o yoga? Introducir estos dos deportes en tu vida te hará sentirte mejor en todos los aspectos. Tanto en el resto de deportes que practiques como en tu vida cotidiana. Mejorarás tu postura y, sobre todo, serás mucho más consciente de tu cuerpo.
- Equilibrio y coordinación. Son dos habilidades que todo buen esquiador y snowboarder tiene. Hay infinidad de ejercicios para desarrollarlos. El gimnasio es un buen lugar. Pregunta a tu monitor y añade a tu rutina varios de estos ejercicios. Pero, por ir a lo básico, ¿has probado con el baile? Es uno de los deportes más completos. Ganarás resistencia, coordinación, equilibrio, fuerza… Lo tiene todo. Y es divertido. Inténtalo. ¿Qué pierdes?
- Viaja. Llega el verano y añoras la nieve. ¿Has pensado en viajar y esquiar en verano? No hace falta que te vayas a Argentina o Nueva Zelanda. En Francia, sin ir más lejos, podrás esquiar en el glaciar Grand Motte de Tignes. También en otros países europeos como Austria y Noruega.
- Calienta. Por fin estás en las pistas más que preparado. Te mueres de ganas de dejarte llevar. Saltar. Apretar. Y, por qué no, dentro de lo razonable arriesgar. Está muy bien, quién no lo ha hecho, pero antes de nada calienta. Tanto el esquí como el snowboard son disciplinas que ponen a prueba tus articulaciones y músculos. Date un tiempo para calentar. Nunca te vendrá mal.
1 Comentarios
¡Tomo nota! A ver si me inicio en este mundo