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Aprovechando la excursión a Turtzioz que organizan este sábado nuestros amigos de Lurgaia queremos ofreceros una breve información sobre la peculiaridad de esta zona del oeste de Bizkaia.
La zona minera de Bizkaia – Meatzaldea está dotada de una gran singularidad paisajística asociada al legado minero, lo cual le ha valido para ser declarada recientemente (en marzo de este año) Biotopo protegido por el Gobierno vasco.
El Biotopo Protegido de Meatzaldea – Zona Minera de Bizkaia abarca una superficie de 957,5 ha, correspondiente a los términos municipales de Galdames y Güeñes, en Bizkaia, que incluye una parte significativa de la zona de los Montes de Triano.
Caliza esculpida por la acción del hombre
Resulta singular que uno de los atractivos de esta zona a nivel geológico sea la huella dejada por el ser humano. En concreto, tal y como indicó en su día la Consejera de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco, Ana Oregi, “la estructura de filones propia de las calizas ha dado lugar a un paisaje singular protagonizado por las espectaculares cortas mineras nacidas del vaciado de esos filones de hierro”. A estas cicatrices, de gran atractivo paisajístico, dejadas por la extracción del hierro, se suma el karst, de gran valor natural.
Al valor geológico de la zona se suma el cultural. En este caso destacan los monumentos megalíticos y numerosas “haizeolak” o ferrerías de monte, vestigios de la actividad minera desarrollada en el área entre la Edad Media y el desarrollo de la industria moderna.
No es de extrañar, pues, que el Gobierno vasco decidiese institucionalizar la protección y conservación de este patrimonio natural y geológico. Para quienes no conozcáis la zona, os animamos a inscribiros en la excursión que organiza Lurgaia. ¡Todavía quedan plazas!