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El pasado mes de febrero, Alex Txikon se veía obligado a abandonar uno de los mayores retos a los que el ser humano se había enfrentado hasta el momento: culminar el ascenso al Everest durante el invierno sin la ayuda de oxígeno artificial.
Menos de un año después, el alpinista vizcaíno se ha embarcado en una aventura igual de ambiciosa pero mucho más compleja: ascender el K2, la segunda montaña más alta del planeta y una de las más difíciles de escalar, con una altura de 8.611 metros. Y hacerlo en invierno, una proeza que nunca nadie ha conseguido antes.
Txikon tiene experiencia en retos de esta envergadura. Además de los dos intentos fallidos de coronar el Everest en esta estación y sin ayuda de oxígeno artificial, el alpinista lemoarra se convirtió en el primer ser humano que logró ascender el Nanga Parbat en 2016.
Para encarar este nuevo reto, Alex Txikon acudirá acompañado del alpinista gallego Félix Criado y de varios científicos con una triple misión. Además de intentar dejar sus huellas en la nieve virgen invernal de “la Montaña Salvaje”, la expedición tiene un objetivo divulgativo y de concienciación contra el cambio climático, y estudiará además las consecuencias que tiene la falta de oxígeno sobre el ser humano en condiciones extremas. La expedición partirá el 2 de enero y se prolongará previsiblemente hasta marzo.
La suya será la quinta expedición que intenta hollar este ochomil en invierno desde 1980, todas ellas sin éxito. Pese a ser consciente de que el K2 es uno de los proyectos más difíciles, el alpinista vizcaíno considera que es factible conseguir el objetivo: “El K2 es más complejo, pero es un reto accesible”, afirmó durante la presentación de su expedición, tras recordar que ya consiguió ascender el Nanga Parbat hace dos años. Su objetivo es llegar en primer lugar al Campo 4 (conocido como el Nido del Águila, a 7.900 metros) y estudiar el ataque a la cumbre en función de las condiciones meteorológicas.
Pero la expedición también tiene un componente científico. Txikon pretende obtener información sobre los efectos del cambio climático, y para ello llevará a cabo un estudio sobre su impacto en el glaciar Baltoro y en el propio K2.
Otras expediciones
Hasta el momento, tres expediciones polacas y una rusa han intentado ascender el K2 en invierno desde que Lino Lacedelli y Achille Compagnioni lo coronaran por primera vez en 1954.
En 1987, Andrzej Zawada no consiguió que su expedición superara los 7.300 metros de altitud. Quince años después, en 2002, Krzysztof Wielicki lideró una nueva expedición que intentó ascender el K2 por la cara norte. Dos de sus integrantes lograron llegar hasta los 7.650 metros, pero el mal tiempo les obligó a abortar el intento.
En 2011, la expedición rusa de Viktor Kozlov ascendió hasta los 7.200 metros, pero uno de sus integrantes, Vitaly Gorelik, falleció víctima de las congelaciones y el mal tiempo, y el proyecto se suspendió.
Por último, el pasado año el polaco Krzysztof Wielicki afrontó su tercer intento de coronar el K2 en invierno, pero varios integrantes de su expedición tuvieron que partir hacia el Nanga Parbat para participar en la operación de rescate de Elisabeth Revol y Tomek Mackiewicz. Y posteriormente Denis Urubko se saltó la disciplina del grupo e intentó llegar en solitario a la cima sin permiso, y sin éxito. A los 7.600 metros tuvo que regresar y fue expulsado de la expedición, que finalmente canceló el intento.