- Aventura y Montaña
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Sin la rúbrica de Miss Hawley no se puede dar por segura ninguna ascensión en el Himalaya. En las montañas más altas del planeta, aquellas que van desde los 7.000 hasta los 8.848 metros, se juegan la vida algunos de los mejores alpinistas del mundo; si quieren el reconocimiento de sus gestas a nivel mundial necesitan la aprobación de esta anciana norteamericana afincada en Nepal desde los años 60.
Desde un modesto piso del centro de Katmandú, Elisabeth Hawley, una menuda periodista norteamericana de 91 años, maneja lo que podría denominarse como la base de datos del Himalaya, o al menos lo más parecido que existe a día de hoy a un registro oficial de las ascensiones realizadas a las montañas nepalíes. Todavía no se ha encontrado forma más fidedigna de certificar las escaladas a los “techos” del mundo. Lo más curioso de todo es que esta mujer que conoce todos los rincones de cada una de las ascensiones del Himalaya jamás se ha acercado siquiera al campo base de ningún ochomil.
Todo comenzó cuando en los años sesenta llegó a Katmandú para hacer un reportaje para la agencia Reuters y ya no salió de allí. De hecho, lleva documentando ascensiones ochomilistas desde 1963 y se ha granjeado una reputación de excelente, a la vez que temida por su rigurosidad, jueza de las montañas. En este sentido, su imagen de venerable abuelita contrasta con lo incisivo de sus interrogatorios. Quizá sea esa la clave de que mitos del himalayismo como Edmund Hillary, Reinhold Messner y Juanito Oiarzabal siempre la hayan respetado y encumbrado como una institución dentro del ecosistema de la cordillera más alta del planeta. Eso sí, curiosamente solo se ocupa de las rutas que discurren en Nepal o en la frontera con el Tibet. Los picos en Pakistán y en China los deja para otros.
Modus operandi: rigurosos interrogatorios
Pero, ¿cuál es su sistema de trabajo? Entrevista a todos los alpinistas y en la encuesta introduce ocasionalmente preguntas trampa para saber si le dicen la verdad. Después contrasta las respuestas con las de otros montañeros que hayan ascendido la misma vía, así saca a la luz a los mentirosos. Y aunque cueste creerlo, no son pocos los que han caído en sus trampas, cegados por la ambición. Como dice ella “a los montañeros les encanta aparecer en este tipo de registros, ver su nombre impreso entre los de otros mitos de la escalada”. Sonada fue la polémica ascensión de la coreana Oh Eun-Sun al Kanchenjunga cuando se disputaba con Edurne Pasaban el título de la primera mujer en ascender los 14 ochomiles del planeta. En esta ocasión el oráculo del Himalaya declaró la cumbre “en disputa”, es decir, que encontró elementos que ponían en duda la hazaña de la escaladora asiática.
Y es que la red de contactos, espías, amigos y confidentes que Miss Hawley ha creado en Katmandú la quisiera para sí cualquier servicio secreto del mundo. No se le escapa nada relacionado con la montaña, o ella o sus colaboradores directos o alguno de sus múltiples confidentes siempre se enteran. Sin duda alguna los sherpas, una comunidad con la que mantiene una excelente relación desde hace años, son una de sus mejores fuentes de información. En pleno siglo XXI y con acceso a todo tipo de información al instante a través de internet cuesta creer que sea esta mujer de 91 años quien tenga la última palabra en el certificado de tamañas gestas.
1 Comentarios
Sin ninguna duda, una de las figuras más importantes del alpinismo mundial.
🙂