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Xia Boyu se ha ganado a pulso su derecho a grabar su nombre en la historia del Montañismo. Este escalador chino no solo acaba de convertirse en el primer doble amputado que consigue coronar el Everest desde la vertiente nepalí, sino que lo ha hecho a la edad de 70 años; después de cuatro intentos fallidos; tras haber superado un cáncer, y poco después de haber ganado una batalla administrativa y judicial contra las autoridades nepalíes.
Todos estos elementos, y alguno más, han elevado su hazaña a la categoría de récord y la han convertido en una increíble historia de superación que excede el ámbito del deporte.
El Everest había sido su obsesión desde hacía más de 40 años. Su primer envite, en 1975, se saldó de una forma trágica: después de abortar un intento de ascensión, Xia Boyu vio cómo se le congelaban los pies y perdía ambas extremidades. Pero en 1996 un linfoma se quiso cobrar su propio tributo y sufría dos nuevas amputaciones, esta vez hasta las rodillas. Aunque no se arredró.
Tardó varios años en adaptarse a sus nuevas piernas, y finalmente volvió a echarse en brazos de la montaña más alta del planeta… hasta en tres ocasiones más. La segunda de ellas fue en 2014, pero una avalancha se llevó a 16 miembros de la expedición y volvió a arruinar su intento. Tan solo un año después, en abril, el terremoto que afectó al Nepal y se llevó la vida de 9.000 personas le obligó a abortar su ascensión. Y hace dos años Xia Boyu se vio obligado a regresar cuando casi podía tocar la cumbre, a solo 150 metros de distancia. En este caso fue un gesto de humanidad el que le obligó a dar la vuelta: la indisposición de uno de sus sherpas.
Pero después de tantos años de sinsabores y desgracias, Xia Boyu logró su objetivo: a las 8.40 horas, un funcionario del Ministerio de Turismo de Nepal confirmaba la cima del escalador chino después de cinco intentos fallidos. Boyu llegó a la cumbre en compañía de tres sherpas, tras realizar el último tramo de ascensión desde un balcón situado a 8.440 metros, en lugar de hacerlo desde el Campo IV, a 7.950 metros, para evitar problemas de última hora.
Su ascensión no solo ha constituido una nueva gesta, sino que también ha puesto punto y final a la polémica abierta en Nepal sobre la concesión de permisos de escalada a personas con dobles amputaciones. Porque Xia Boyu no solo tuvo que luchar contra la tragedia y la enfermedad, sino también contra la negativa del Gobierno de Katmandú a conceder permisos de escalada al Everest a personas con esta minusvalía. Fiel a su espíritu luchador, el escalador chino aprovechó el vacío legal que había dejado el Tribunal Supremo al suspender esta orden gubernamental para convertirse en el primer doble amputado en obtener el permiso e intentar el ascenso por quinta ocasión.
Y por fin lo consiguió.